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Querida Kiantha: La vida es una sinfonía de crescendos y decrescendos. Necesitas ambos para hacer música.

Querida Kiantha,

Mi día normal consiste en una mezcla de sentimientos, algunos negativos, muchos tristes y la mayoría agotadores. No puedo recordar la última vez que fui realmente feliz. La verdad es que no puedo echarle la culpa de esto al COVID-19 porque ya me sentía así. La vida es dura y la mayoría de los días paso mi tiempo tratando de no ahogarme, pero honestamente, estoy perdiendo la esperanza. ¿Puede darme algún consejo sobre cómo manejar estos sentimientos?

Querida perdiendo la esperanza,

Recientemente una amiga y su esposo me invitaron a una noche en la sinfonía. Programados para la noche estaban el director James Lowe y el concertino Mateusz Wolski. Si bien durante mucho tiempo he sido fanática de la sinfonía, algo era diferente esa noche.

En un momento dado, puse mi mano en mi pecho sobre mi corazón y me di cuenta de que se estaba acelerando con cada crescendo. Sentí cada nota. Sentí todos los sentimientos. Momentos de tristeza y alegría todo dentro del curso de una pieza musical. La intensidad parecía abrumadora.

De camino a casa esa noche, reflexioné sobre por qué mis emociones estaban tan tensas. Mi mente me llevó de vuelta a un día del verano pasado cuando el sol brillaba con una ligera brisa en el aire mientras los pájaros cantaban en lo alto. Caminaba descalza sobre la hierba en mi patio trasero y recuerdo vívidamente haber sentido el agradable amortiguar de la hierba fresca debajo de mis plantas y el sol brillando sobre mis hombros. Recuerdo sentirme contenta y en paz.

La vida está formada de muchos sentimientos y te animo a que te des el espacio para sentirlos todos. Sin experimentar sentimientos de tristeza o desesperación, no tendríamos aprecio por los sentimientos de alegría y felicidad. Los últimos años han sido duros para la mayoría de nosotros. Colectivamente anhelamos más momentos en los que estamos flotando en vez de ahogándonos.

Hay una foto mía de cuando era una niña de unos 5 años. En mis ojos puedo ver la depresión de por vida contra la que he luchado desde esa edad. No te estoy diciendo lo que he escuchado; te digo lo que sé. Mantén la alegría con el mismo peso que mantienes la tristeza. Aceptar la creencia de que una no pesa más que la otra me ha permitido navegar entre la oscuridad y la luz. Mantengo en el ojo de la mente y mi corazón que una no va a durar más que la otra, aunque sé que no siempre parece o se siente así.

Siente los sentimientos, procesa los sentimientos y, si puedes, libéralos. Pero si no puedes liberarlos, que sepas que está bien buscar ayuda profesional. Te lo mereces. La sensación de estar agotada es tan real como la sensación de alegría. Perder la esperanza es tan real como encontrar la esperanza y todos somos capaces y dignos de hacer ambas cosas. Recuerda siempre el sol sobre tus hombros y la hierba debajo de tus pies.

De alma a alma,

Kiantha

Querida Kiantha se puede leer cada otro viernes. Para enviar sus preguntas, mande un correo electrónico a DearKiantha@gmail.com.

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