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Querida Kiantha: Las lecciones positivas pueden surgir de los tiempos difíciles
Querida Kiantha,
Estoy harta de estar enferma y cansada. Mi vida es un desastre y siempre me pasan cosas malas. A veces solo quiero rendirme.
Querida amiga,
Lo creas o no, todo – y me refiero a todo - lo que nos sucede a nosotras en realidad sucede para nosotras. A lo largo de mi vida puedo recordar períodos en los que la vida parecía darme sorpresa tras sorpresa.
Durante un período de siete años, aparentemente me deslizé sin esfuerzo entre situaciones traumáticas, una tras otra. Junto con el resto del mundo, me arrastré a través de la pandemia, habiendo contraído COVID-19 dos veces en un período de seis semanas. Durante este tiempo, perdí a familiares cercanos por COVID, incluida mi suegra, cuyo funeral tuvimos que celebrar al aire libre debido a las restricciones de la pandemia.
Los tentáculos puntiagudos del dolor se extendieron más allá de la pandemia y se extendieron hasta los años siguientes, ya que perdí a dos de mis mejores amigas (ambas de manera muy traumática) y a mi abuela. Estaba exhausta y yo también había conjeturado que “me seguían pasando cosas malas”.
Lo que ahora entiendo es que todo lo que me pasó, por difícil que fuera, estaba pasando para mí. En medio del trauma, estaba aumentando mi determinación. Aprendí a raspar el más mínimo bocado de esperanza. Aprendí a juntar fuerzas y a confiar en mi capacidad para sobrevivir.
Eso no quiere decir que ese época de mi vida no fuera duro y a menudo muy pesado, porque ciertamente lo fue. Pero dos cosas pueden ser ciertas. Ahora sé cosas sobre mí misma que solo pude aprender a través de las dificultades. Ahora sé a través de la experiencia que mi capacidad para navegar a través de lo que se sentía como todo tipo de infierno fue mi gracia salvadora. Un superpoder y un regalo que me servirá el resto de mi vida.
Mira críticamente todo lo que te está sucediendo y ten en cuenta que estás sobreviviendo a todo. Para prosperar, debes ser capaz de sobrevivir a todo lo que la vida te depare, y eso es precisamente lo que estás haciendo.
La vida seguirá llena de sorpresas, algunas que nos dejarán sin aliento y otras que confirmarán nuestra resiliencia y fortaleza. En cualquier caso, sigue siendo cierto que con cada experiencia de vida crecemos y nos acercamos a nuestro ser más elevado.
Nunca podemos darnos por vencidas. Podemos hacerlo.
De alma a alma,
Kiantha